LA CULTURA ES NUESTRA Y ESTÁ EN LA CALLE
… Erase una vez un barrio que luchaba y trabajaba sin cesar para que las personas que en él vivían fueran felices y pudieran disfrutar de sus calles, de sus plazas y de sus espacios públicos.
Éste barrio, el Zaidín, contaba con espacios que se habían conseguido con la lucha diaria de sus vecinos y vecinas, un centro cívico, espacios para mayores, niños, mujeres, jóvenes, una biblioteca, espacios deportivos… aunque faltaba mucho por construir y por conseguir, se seguía trabajando en mejorar y en continuar haciendo del barrio un lugar donde habitar.
Poco a poco, el alcalde y los concejales del ayuntamiento de Granada se fueron llevando o destruyendo los espacios que tanto trabajo había costado construir y dotar de contenidos e ilusiones…
Primero no les importó copar el Centro Cívico de oficinas y más oficinas para que los vecinos no pudieran utilizarlo.
Segundo, no les importó tampoco copar “la casilla”, también llamado el hotel de asociaciones con asociaciones que no tenían relación con el barrio y dejar fuera cualquier iniciativa que saliera del mismo.
En tercer lugar les dio exactamente igual eliminar una oficina de tres plantas del IMFE, en el barrio más grande de Granada, para dejar dos ordenadores y dos personas atendiendo las demandas de empleo y formación de toda la vecindad. Dejando el edificio vacío durante mucho tiempo.
En cuarto lugar, no les tembló el pulso cuando decidieron cerrar el Espacio Joven del Zaidín, dejando a los jóvenes del barrio sin ningún espacio donde poder reunirse o desarrollar otro tipo de actividades.
Y todo esto no era suficiente para el Ayuntamiento de Granada, ellos querían más, ellos querían ser más poderosos y en quinto lugar les querían robar la biblioteca a los vecinos y vecinas del barrio.
Pero los vecinos estaban muy preparados para que esto no ocurriera… y se organizaron y se armaron con libros, lecturas, niños, sillas, tiendas de campaña, colores, bicicletas y decidieron que la biblioteca no se la iban a llevar, decían: que la biblioteca es nuestra y de los niños que la utilizan, no de ellos, que además nunca han estado dentro.
Por todo esto, los vecinos y vecinas organizaron un pasacalles, donde plantearon vivir su ideal, donde tenían muy claro que la cultura es nuestra y que además, pese a las ordenanzas municipales, que los relegaban a vivir en sus pequeñas parcelas individuales, tomaron la calle, tomaron las plazas tan queridas de su barrio, llenándolas de sueños, de cuentos, de músicas y de teatros…
Unos vecinos que luchaban para que su barrio fuera un lugar donde vivir y donde acoger y ofrecer a otros ciudadanos. Unos vecinos que querían que todos los barrios de Granada, fueran como el Zaidín, y que no se cerraran bibliotecas ni espacios públicos en ningún lugar, si no todo lo contrario. Y, por supuesto, impidiendo que los políticos enfrentaran a unos barrios contra otros.
Y todo esto les está sirviendo mucho a sus vecinos y vecinas… ¿Sabéis por qué?
Porque han descubierto, que la única forma de trabajar por el barrio es haciéndolo juntos y poniendo en marcha alternativas autogestionadas por ellos mismos.
Y colorín colorado, este cuento… continuará en otro lado…
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